Así fue el estudio del noroeste de Chihuahua tras la Invasión Francesa en México

Durante la segunda invasión francesa y el Segundo Imperio Mexicano 1863-1867, el estado de Chihuahua vivió varios episodios significativos para la historia militar y la historia regional, como lo fueron la toma de la capital del estado por parte de las tropas invasoras en agosto de 1865. También ocurrió la batalla de Parral en diciembre de ese mismo año y en marzo de 1866 la recuperación de la capital por parte de las tropas republicanas, comandadas por el coronel Luis Terrazas.
Este tipo de eventos bélicos son los mas conocidos, pues su divulgación durante la instrucción básica o a través de la tradición oral han contribuido a la creación de muchos de estos discursos patrióticos y nacionalistas que giran en torno a la historia militar de nuestra entidad y de nuestra nación. Pero la invasión francesa no fue solo guerra y destrucción, no fue solo movimientos militares y políticos, aunque para la historia general sean los más importantes.
Dentro del caos de la guerra también se dio el tiempo para propagar la ciencia y el conocimiento por parte de los invasores, o al menos eso intentaron con la creación de la Comisión Científica, Literaria y Artística de México, formalizada el 19 de abril de 1864 en la Ciudad de México.
Esta organización tenia como objetivo el estudio de México y sus regiones desde diferentes perspectivas, como las ciencias naturales, la medicina, la historia, la geografía, las artes, la industria y la mineralogía. Como algunos historiadores proponen eran el interés del entonces imperio francés por entender a México y poderlo colonizar de otra manera que no fueran solo las armas.
La CSLAM (por sus siglas en francés) era básicamente una calca de la Comisión Científica de México que se había creado en París un par de meses antes, la cual perseguía los mismos objetivos de estudiar a nuestro país; esta primera comisión estaba dirigida por el Ministerio de Instrucción Pública a cargo de M. Víctor Duruy y aglomeraba a los principales científicos de aquel país. La CSLAM fue creada por orden del General Bazaine, jefe de la campaña militar en México, la cual reclutó a militares, científicos, políticos, tanto franceses como mexicanos, imperialistas, conservadores y liberales.
Se puede decir que mientras la CSM buscaba el mejor conocimiento del país mexicano para sus fines imperialistas globales y por orden de Napoleón III, la CSLAM lo hacia de la misma forma para el naciente Segundo Imperio Mexicano.
Una de las diez secciones con las que contó la CSLAM fue la de Arqueología, Etnología y Lingüística, esta sección era presidida por el parralense José Fernando Ramírez Álvarez, y participó en ella su alumno Manuel Orozco y Berra, dos de los historiadores mexicanos más reconocidos del siglo XIX.
En el archivo y mapoteca que lleva el nombre del segundo, se localizó un expediente de 1866 que detalla algo del trabajo de la CSLAM en Chihuahua, en específico el noroeste. La región de las Casas Grandes fue visitada y estudiada por esta comisión.
Los documentos demuestran como se estudió la geografía regional con la creación de un detallado croquis, el cual muestra algunos puntos que han sobrevivido a la prueba del tiempo. Señalando los principales poblados, ranchos o haciendas, elevaciones, ríos, lagunas y enclaves mineros.
Referente a la arqueología confirma como la expedición científica visitó Paquimé. Detallando en 5 páginas y más de 10 grabados, como era la alfarería y la orfebrería de la cultura Casas Grandes, lo cual precede por tres décadas a la visita y el estudio del etnógrafo noruego Carl Lumholtz.
Aunque la historia militar y política tiene un gran arraigo dentro del lector de la historia, es importante también estudiar los derivados de esos eventos, como en este caso los culturales y científicos, que permitieron darle a Paquimé lo que fue tal vez su primera gran exposición a nivel nacional e internacional.