Cuídate del dolor
CDMX.- ¿Alguna vez has sentido dolor?
Desde la cabeza, ojos, nariz, orejas, boca, dientes, cuello, hombros, espalda, pecho, brazos, manos, estómago, piernas, rodillas, hasta los pies o en cualquier parte del cuerpo, todas las personas han experimentado alguna molestia.
La sensación de dolor irá escalando de leve a grave dependiendo de la persona y del momento en el que decida acudir con un especialista.
“Es una experiencia sensorial y emocional no placentera, es desagradable. Por supuesto que tener dolor a nadie le gusta, entonces desde ahí parte la definición como esta experiencia.
“Hay tres puntos muy importantes que siempre debemos tener en cuenta para poder abordar de una forma correcta el dolor y ofrecer el tratamiento idóneo para ese paciente. El primer punto es determinar cuánto tiempo lleva ese paciente con dolor. Después, determinar si es dolor crónico o agudo y, por último, ofrecer un tratamiento”, explicó la doctora María Fernanda Arboleda, especialista en medicina del dolor y cuidados paliativos.
Para saber si se trata de un dolor agudo o crónico es importante marcar un periodo de tiempo y el origen del mismo. Por ejemplo, la molestia después de una cirugía se resuelve después de algunas semanas, un esguince o una fractura también, por lo tanto se consideran agudos.
“Cuando una persona tiene dolor por menos de tres meses, eso se llama dolor agudo cuando el dolor se cronifica, se perpetúa en el tiempo y persiste en el tiempo por más de tres meses, eso se llama dolor crónico. Entonces digamos que la cronología del dolor o el tiempo que lleve ese paciente con dolor nos va a determinar si estamos hablando de un dolor agudo o un dolor crónico.
“Es importante determinar la intensidad del dolor agudo usamos escalas. Del cero al 10 qué tanto te duele, donde el cero es nada y el 10 es lo más alto. Después se válida en leve, moderado, severo o insoportable”, agregó Arboleda quien también es médica cirujana.
Los tratamientos para combatir el dolor dependerá del diagnóstico que realice el médico general o un especialista en medicina del dolor, ya que no es recomendable la automedicación porque se puede sumar un problema más.