Miscelánea

Hay unos peores

Nombra una enfermedad común (cardiopatía, diabetes de tipo 2, cáncer, demencia, síndrome del intestino irritable) y es muy probable que seguir una dieta rica en alimentos ultraprocesados esté relacionado con ella.

Pero la categoría de alimentos ultraprocesados es amplia y variada. Se calcula que representa el 73 por ciento del suministro de alimentos de EE. UU. y contiene productos estereotipadamente “poco saludables”, como refrescos, golosinas y salchichas, así como otros aparentemente “saludables”, como panes integrales, cereales de desayuno, yogures saborizados y leches vegetales.

Se trata de una “mezcolanza de alimentos”, algunos de los cuales son probablemente más perjudiciales que otros, dijo Josiemer Mattei, profesor asociado de Nutrición en la Facultad de Salud Pública T. H. Chan de Harvard.

Mattei y sus colegas publicaron uno de los estudios de mayor envergadura y de mayor duración sobre alimentos ultraprocesados y salud cardiacarealizados hasta la fecha. En él analizan los riesgos del consumo de estos alimentos y señalan los más perjudiciales.

El riesgo general

En el nuevo estudio, publicado en la revista Lancet, participaron más de 200 mil adultos de Estados Unidos. Rellenaron cuestionarios dietéticos detallados a partir de los años 80 y principios de los 90, y los volvieron a rellenar cada dos o cuatro años durante unos 30 años. La mayoría de los participantes en el estudio eran personas blancas y trabajaban como profesionales de la salud. Los investigadores analizaron la relación entre el consumo de alimentos ultraprocesados de los participantes y sus probabilidades de desarrollar enfermedades cardiovasculares.

Tras ajustar factores de riesgo como el tabaquismo, los antecedentes familiares de salud, el sueño y el ejercicio, los investigadores descubrieron que quienes consumían más alimentos ultraprocesados tenían un 11 por ciento más de probabilidades de desarrollar una enfermedad cardiovascular y un 16 por ciento más de probabilidades de desarrollar una cardiopatía coronaria durante el periodo de estudio, en comparación con quienes consumían menos alimentos ultraprocesados. Los mayores consumidores también tenían un riesgo ligeramente elevado, aunque no significativo, de sufrir un accidente cerebrovascular.

Separar a los ‘buenos’ de los ‘malos’

Los investigadores también analizaron si ciertos tipos de alimentos ultraprocesados estaban más asociados a las enfermedades cardiovasculares que otros.

De las 10 categorías de alimentos ultraprocesados que analizaron, dos estaban claramente asociadas a un mayor riesgo: las bebidas azucaradas (como los refrescos y los ponches de frutas) y la carne, las aves y el pescado procesados (como el tocino, las salchichas de hot dog, los productos de pescado empanizados, las salchichas de pollo y los bocadillos de salami).

Cuando se excluyeron de los datos estas dos categorías, desapareció la mayor parte del riesgo asociado al consumo de alimentos ultraprocesados, dijo Kenny Mendoza, investigador postdoctoral de la Facultad de Salud Pública T. H. Chan de Harvard, quien dirigió el análisis.

Por otra parte, algunos tipos de alimentos ultraprocesados se asociaron a un menor riesgo de enfermedad cardiovascular. Entre ellos se encontraban los cereales para el desayuno; los yogures azucarados y saborizados, los yogures helados y los helados; y los aperitivos salados, como las palomitas de maíz envasadas y las galletas saladas.

Las diferencias entre los “buenos” y los “malos” pueden reducirse a cómo se procesan y qué ofrecen desde el punto de vista nutricional, dijo Mendoza.

Las carnes procesadas, por ejemplo, tienden a ser ricas en sodio y grasas saturadas, y los refrescos y otras bebidas dulces suelen tener un alto contenido en azúcar. En cambio, los cereales y panes integrales, incluso los ultraprocesados, pueden aportar nutrientes valiosos como fibra, minerales y vitaminas del grupo B, dijo Mendoza.

¿Cuál es la conclusión?

Al analizar las evidencias sobre los alimentos ultraprocesados, los expertos coinciden en algunas cosas.

En primer lugar, Vadiveloo dijo que algo seguro es que es bueno consumir principalmente alimentos no procesados o mínimamente procesados, como frutas, verduras, legumbres, frutos secos y cereales integrales. Está claro que consumir más de estos alimentos y menos versiones ultraprocesadas se asocia a una mejor salud.

En segundo lugar, las carnes procesadas y las bebidas azucaradas se han relacionado sistemáticamente con una mala salud, dijo Mattei, por lo que reducir o eliminar estos alimentos de la dieta debería ser una prioridad.

Un nuevo estudio podría ofrecer mayores pistas sobre los alimentos ultraprocesados y sus efectos en la salud

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