El regalo de una pequeña empresaria en Perú le costó una demanda de Carolina Herrera
María Carolina Herrera, originaria de Perú, se dedica a realizar jabones para entregarlos como recuerdos en las fiestas, bajo la marca “La jabonera by Maria Herrera”. En Navidad, su hijo decidió sorprenderla con el registro de marca, sin saber el problema legal que le originaría.
Tiempo después del registro, María Carolina recibió una notificación de un abogado del Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi) de Perú que se ofrecía a asesorarla ante la demanda que le interpuso la empresa Carolina Herrera.
La venezolana quería que su marca Carolina Herrera fuera la única en el mercado de los cosméticos, por lo que demandó a María Carolina con la finalidad de que desistiera del nombre, pero ¿cuáles fueron sus argumentos?
¿Por qué Carolina Herrera demandó a una peruana?
De acuerdo con el abogado de Flavio Nuñez, del Indecopi, María Carolina fue demandada por la empresa de Carolina Herrera porque “están usando el apellido Herrera y nadie más puede usar el apellido en el sector de cosméticos”.
María Carolina declaró, para Panorama, que se decepcionó de Carolina Herrera, debido a que se le hizo una “estupidez” que peleara por los derechos de un apellido común.
Si fuera el nombre Carolina Herrera, yo lo puedo entender. Pero te vas a la propiedad del apellido, me dio un poco de decepción.
María Carolina Herrera.
El abogado, quien también es el hijo de María Carolina, aseguró que Carolina Herrera peleaba que el apellido era lo que distinguía su marca, por lo que “nadie más lo podía usar”. Sin embargo, María argumentó que el “Herrera” era común en Perú, por lo que no “podía ir por el mundo prohibiendo un apellido ajeno”.
Como parte del proceso legal, la defensa de la peruana especificó que María Carolina se apropió del apellido desde el momento de su nacimiento en 1965, pues su nombre completo es María Carolina Herrera Herrera.
Además, enfatizaron en que Carolina Herrera originalmente se llama María Carolina Josefina Pacanins Niño y fue hasta 1969 que adoptó el Herrera al ser el apellido de su esposo.
María Carolina afirmó que desde niña la asociaban con la marca Carolina Herrera y a ella no le gustaba, por lo que optó por registrar su emprendimiento como María Herrera, incluso para “evitar colgarse de una marca comercial”.
Por su parte, Carolina Herrera afirmó que su apellido era “propiedad industrial”, por lo que su marca se iba a confundir, sumado a que estaban en el mismo ámbito de perfumería y jabonería. Razón por la cual, en primera instancia, tuvo ventaja en el caso.
Yo dije, ya lo perdimos, ya fue.
María Herrera.
Sin embargo, decidieron llevar el caso a una segunda instancia, argumentando que María Herrera no usaba el apellido para generar parecido, ni tenían un logo parecido.
Ante ello, los abogados de Carolina Herrera no refutaron más e Indecopi falló a favor de María Carolina, pues el apellido “no puede ser monopolizado y su marca tiene los suficientes elementos individualizantes”.