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¡Qué no se pongan negros! Mantén tus plátanos frescos por más tiempo

Nada como empezar el día con una bebida que aporte extra de energía para afrontar la jornada y qué mejor qué incluir en nuestro desayuno un delicioso batido de potasio puro: el plátano. Una banana aporta 350 mg de potasio cada 100 gramos, especial para quienes hacen ejercicio, porque se cree que consumir potasio de manera adecuada evitará que sufran calambres en los músculos.

Si a esto se le suma que es una rica fuente de otros minerales como el magnesio y fósforo, ácido fólico, vitamina C y vitamina B6, estaremos hablando de que tiene un gran valor nutritivo que los expertos recomiendan consumir a cualquier edad.

Los plátanos son parte de la dieta diaria de muchos mexicanos, no sólo por ser económicos, sino también por variedad de usos en la cocina. Se pueden disfrutar en licuados, como acompañamiento de cereales o incluso en recetas más elaboradas. Este fruto, además de delicioso, es saludable y aporta múltiples beneficios nutricionales, además, lejos de algunos mitos, el plátano no engorda, incluso puede jugar a nuestro favor en una dieta de pérdida de peso ya que tiene un alto poder saciante.

Esta riquísima fruta es prácticamente perenne en los comercios, por lo que se puede conseguir en cualquier momento y en cualquier época del año.

Consejos para que no se pongan negros
Uno de los desafíos principales con los plátanos es que, al ser frutas climatéricas, tienen una alta tasa de respiración, lo que acelera su maduración y envejecimiento una vez cosechados. Según la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), esta característica hace que los plátanos absorban oxígeno y liberen dióxido de carbono rápidamente, lo que desencadena una serie de cambios químicos que afectan su sabor, textura y color.

El etileno, un gas natural producido por los plátanos y otras frutas, es el principal responsable de su rápida maduración. Este gas provoca que la fruta se ablande, adquiera un sabor más dulce y cambie de color, volviéndose de un amarillo vivo a un marrón oscuro en pocos días. Pero no todo está perdido; existen varios trucos y recomendaciones que pueden ayudarte a mantener tus plátanos frescos por más tiempo.

Una de las recomendaciones más efectivas es separar los plátanos de la penca desde el pedúnculo. Al hacer esto, se reduce la concentración de etileno alrededor de cada fruta, lo que ralentiza el proceso de maduración. También es importante almacenar los plátanos separados de otras frutas, ya que muchas de ellas también emiten etileno y pueden acelerar la maduración de los plátanos.

Trucos infalibles
Uno de estos consiste en alejarlos de fuentes de calor o de frío, e incluso de corrientes de aire, no ponerles peso de ningún tipo encima y no meterlos en bolsas de conservación.

El manejo adecuado de los plátanos también incluye el consumo prioritario de los más maduros. Así, se evita el desperdicio de fruta que ha pasado su punto óptimo de consumo. Los plátanos que presentan golpes o magulladuras deben ser consumidos lo más pronto posible, ya que estas imperfecciones pueden acelerar aún más su maduración.

La temperatura es otro factor a considerar en la conservación de los plátanos. Las altas temperaturas incrementan la producción de etileno y por ende, aceleran la maduración. Mantener los plátanos en un lugar fresco, pero no en el refrigerador, puede ayudar a prolongar su frescura. Aunque colocar plátanos en el refrigerador puede parecer una buena idea, en realidad provoca que su piel se oscurezca rápidamente, aunque la pulpa interna se mantenga fresca por más tiempo.

Al romperse las células, sale una enzima llamada polifenoloxidasa, que reacciona formando unas sustancias de color marrón, casi negro, si esto sucede, por lo general el plátano, aunque esté negro, se podrá comer perfectamente.

Para aquellos que desean llevar la conservación de plátanos al siguiente nivel, existe la opción de envolver el extremo del racimo de plátanos en papel aluminio o plástico adherente. Esto puede ayudar a reducir la liberación de etileno y ralentizar la maduración.

Si tus plátanos han madurado más rápido de lo esperado, no te preocupes. Los plátanos demasiado maduros son perfectos para hacer pan de plátano, batidos o incluso helados caseros. De esta manera, puedes evitar el desperdicio y disfrutar de deliciosas recetas.

Protege la punta
Si las cubres con film transparente retrasarás su maduración. Si los tienes en “piña”, no los separes y cubre con varias vueltas de plástico la zona de unión.

Usa limón
Prueba introducirlos en una bolsa de plástico junto con medio limón, ciérrala bien y guárdala en el refrigerador, al paso de los días notarás que tendrá en su interior algo de condensación por el agua de la fruta, pero la cáscara del plátano estará prácticamente como el primer día. Hay quien usa hojas de periódico antes de introducirlo en el refrigerador

Uno de los mejores trucos que casi siempre funciona es mojar un papel absorbente con el agua del grifo de la cocina y arrugarlo, luego lo abrimos y cubrimos el fondo del recipiente que vayamos a utilizar para guardarlo, luego se coloca otro papel mojado sobre la misma, se cierra bien el recipiente, ¡y listo!

Finalmente, no olvides que los plátanos son una fuente valiosa de nutrientes como potasio, vitamina C y fibra. Mantenerlos frescos no solo mejora su sabor y textura, sino que también preserva sus beneficios para la salud.

Aunque los plátanos tienden a madurar rápidamente, con un poco de cuidado y algunas técnicas de almacenamiento, es posible alargar su vida útil. Así, podrás seguir disfrutando de este fruto en tu dieta diaria sin preocuparte por que pierdan frescura.

Y por si fuera poco esta maravilla de fruta ayuda a sanar o prevenir enfermedades o condiciones como la:

Depresión. contiene triptofan, un aminoácido que el organismo convierte en serotonina, la cual nos relaja y nos hace sentir más felices.
Anemia. Su alto contenido de hierro hace que el plátano estimulé la producción de hemoglobina en la sangre.
Cruda. Un batido de plátano endulzado con miel calma el estómago, sube el nivel de azúcar en la sangre y rehidrata tu sistema.
Acidez estomacal. Tiene un efecto natural antiácido en el organismo.
Infartos. Comer plátano en tu dieta diaria puede reducir el riesgo de muerte por infarto hasta en un 40%.
Estreñimiento. Su alto contenido en fibra ayuda a restaurar la acción normal de los intestinos.
Piquetes de mosco. Frota la zona afectada con la parte inferior de una cáscara de plátano. Dependiendo de tu piel, llega a reducir la hinchazón y la irritación.
Úlceras. Es la única fruta cruda que pueden comer pacientes con desórdenes intestinales.
Salud cutánea. Utilizados como mascarilla, la cáscara y la pulpa retrasan la aparición de arrugas, humectan la piel y combaten las bolsas de ojos. Recomendable para las personas que padecen acné, verrugas o tienen infecciones.
Tabaquismo. Ayuda a la gente que quiere dejar de fumar ya que su alto contenido B6 y B12, potasio y magnesio, ayuda a que el organismo se recupere de los efectos de eliminar el consumo de nicotina.
Síndrome premenstrual. Cómete un plátano, la vitamina B6 que contiene, regula los niveles de glucosa en la sangre, lo que mejorará notablemente tu estado anímico.
Así es que ya sabes… ¡Oro no es, plátano es!

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