¿Tronarse los dedos da artritis? Un médico lo aclara
Ya sea por nerviosismo o hábito, tronarse los dedos es una práctica muy común, la cual está rodeada de muchos mitos, algunos de ellos son que los nudillos se pueden agrandar e incluso que podría provocar artritis.
La artritis es una condición que se caracteriza por la inflamación y sensibilidad de una o más articulaciones. Los síntomas principales incluyen dolor, rigidez y disminución de la movilidad articular, los cuales suelen empeorar con la edad. Aquí te decimos si tronarse los dedos provoca artritis.
¿Por qué truenan los dedos?
Cuando te truenas los dedos es común que escuches un crujido, lo que suena como si tus huesos se rompieran y crujieran, pero en realidad, no es la fractura de tus huesos., sino la explosión de unas burbujas que se forman en el líquido sinovial (líquido espeso entre las articulaciones que protege los extremos de los huesos y reduce la fricción). Estas burbujas se forman a causa de la variación de la presión dentro de las articulaciones. Así lo explica la revista +Ciencia de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Anáhuac.
Cuando haces un movimiento que va más allá del rango normal de una articulación, la cápsula sinovial se comprime y crea un vacío. Esto provoca la formación de burbujas de gases como nitrógeno, oxígeno y dióxido de carbono, que tenemos naturalmente en el cuerpo. El sonido que escuchas al “tronarte los dedos” es la explosión de estas burbujas.
En un video muestra una resonancia magnética de alguien tronándose los dedos, donde se pueden observar las burbujas entre las articulaciones. El doctor dice que “literalmente son gases que quieren salir de nuestras articulaciones”.
Se necesitan al menos 15 minutos luego de que los dedos truenan para que te los puedas volver a tronar, pero algunas personas podrían hacerlo continuamente, según The Journal of the American Board of Family Medicine.
¿Me puede dar artritis por tronarme los dedos?
Seguramente cuando te has tronado los dedos alguien te dice que te va a dar artritis, sin embargo, a pesar de décadas de estudios por parte de la medicina, no hay evidencia suficiente que lo confirme.
Uno de los estudios más famosos respecto a este tema es el de Donald Unger, que realizó un estudio informal que envió a la revista Arthritis and Rheumatism en 1998.
Durante más de 50 años el doctor se tronó los dedos de su mano izquierda al menos dos veces al día, mientras que los de la mano derecha no. Después de este tiempo, ninguna de sus manos presentaba artritis o problemas en las articulaciones de sus dedos.
El artículo Effect of habitual knuckle cracking on hand function indica que aquellas personas que tienen el hábito de tronar sus dedos con frecuencia tienden a experimentar mayor inflamación en sus manos y una capacidad de agarre reducida, en contraste con quienes no lo hacen de manera regular, sin embargo, concluye que no hay evidencia clara de que el hábito éste asociado con la artritis.
Los peligros de la artritis, ya conocidos, son la edad avanzada, antecedentes familiares de la enfermedad y lesiones anteriores o una existencia completa de emplear las manos en tareas extenuantes.
Sin embargo, existen reportes esporádicos de accidentes autoinfligidos al tronarse los dedos, como heridas en los pulgares o torceduras en los ligamentos de los dedos, pero son escasos.