Resulta sintomático que, acontencimientos de magnitud planetaria, como la pandemia, la guerra en Ucrania, las crisis energéticas, alimenticia y climática, todos estos claros presagios de un futuro muy diferente para este planeta y sus habitantes, se reflejan en eventos como el de Cannes.
Así, mientras que en la Croisette, frente al Palacio del Festival, sigue la pasarela de estrellas y celebridades como Sharon Stone, Isabelle Huppert, Anne Hathaway, Kristen Stewart, Lea Seydoux y Tilda Swinton en las pantallas del certamen, se succeden películas cuya temática se antoja muy diferente a la frivola realidad que impera en el tapete rojo del festival.
El canadiense David Cronenberg regresa a sus 79 años a la competición donde en 1996 obtuvo el premio Especial del Jurado por Crash. En esta ocasión regresa, a través de la co-producción canado/griega Crimenes de futuro, a su temática predilecta-Scanners,1981, eXistenZ,1999-la exploracion de los efectos de la tecnologia sobre el cuerpo humano en un futuro no muy lejano, apoyado en las actuaciones de Lea Seydoux y de su antiguo colaborador Viggo Morttensen,